El gran entrenador Juan Carlos Ávila, quizas el mejor en distancias cortas, retorna hoy oficialmente a sus labores como entrenador en el Hipódromo La Rinconada, luego de cumplir diez meses de suspensión por suministrar un medicamento prohibido a uno de sus purasangre.
Reveló que viene con nuevos bríos para buscar una estadística y seguir ganando carreras. De paso, por primera vez ensillará a su gran caballo Tato Zeta mañana domingo 28 de febrero en el marco del Clásico Socopó.
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